Esto es un claro ejemplo de que los toros también tienen sentimientos. Me encantaría que algún torero pudiera ver este vídeo a ver si le hacía recapacitar.
Este toro se llama Fadjen y ya habíamos hablado de él en otras ocasiones. Este vídeo demuestra que los toros no son tan malos como nos quieren hacer creer, están llenos de sentimientos y también disfrutan jugando.
Seguro que el famoso dicho: “los toros nacen para morir“, queda totalmente desmentido cuando veas este vídeo. Esto si es arte:
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