Tomado de Igualdad Animal.mx
Nueva investigación de Igualdad Animal muestra el interminable ciclo de crueldad de la industria láctea mexicana.
Para obtener la leche y sus derivados, las vacas son inseminadas artificialmente varias veces en su vida.
Las vacas nunca conocerán a sus críos. Estos les serán arrebatados apenas al nacer.
Se llaman desesperadamente sin posibilidad de acercamiento. La madre será ordeñada inmediatamente pero no para alimentar a su cría.
Desde su primer día los becerros sólo conocen dolor. Son tratados como un simple subproducto.
Su madre no los estimulará al nacer, no les dará calor ni la seguridad que cualquier recién nacido necesita. Jamás probarán la leche de su madre.
Las crías recién nacidas son separadas de sus madres y confinadas en minúsculos corrales entre excrementos y algunas de ellas mueren al no ser capaces de soportar la ausencia de su madre, el frío y el soledad.
Los terneros macho son vendidos a los 15 días de edad. Su principal destino será ser convertidos en carne. Llegarán al matadero aún bebés. Para saber más visita RastrosDeMexico.com.
El destino de las terneras hembra será reemplazar a las vacas que ya no produzcan suficiente leche. Los dos primeros meses de su vida estarán enjauladas, alimentándose artificialmente.
Todas las vacas son “descornadas” sin anestesia para evitar que se produzcan heridas al vivir en condiciones tan estresantes para ellas. Los cuernos de una vaca tienen una sensibilidad similar a la de nuestros dientes.
Las vacas resultan lesionadas regularmente tanto por la ordeña como por las condiciones y maltrato. La mayoría de las veces carecen de atenciones veterinarias.
Son marcadas con hierro caliente, las quemaduras les ocasionan ardor y heridas profundas. Pasado un tiempo después de haber dado a luz, las vacas dejan de dar leche.
Entonces comienza un nuevo ciclo de inseminación artificial, la dolorosa separación de su cría y ordeño industrial. Tras cuatro años terminará en los Rastros de México.
TIENES EL PODER DE AYUDAR A LOS ANIMALES
La industria de la leche perpetúa un ciclo de crueldad en el que las vacas tienen que vivir abusos, maltrato físico y el sufrimiento indescriptible de perder cría tras cría.
Los terneros nacerán en un ambiente desolado, donde nunca conocerán el cuidado de una madre y su destino quedará sellado por su sexo: matados por su carne o explotadas por su leche.
Ayúdalos optando por alternativas a los lácteos y pidiendo leyes que los protejan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario