Colaboración de Iraima Rivera, tomada de El Comercio.pe
Eusebio Carrasco posa al lado del féretro donde reposa su mascota. (Primera Hora/GDA) |
Hasta la capilla ardiente llegaron decenas de perros, acompañados de sus amos, que sí entendían de qué se trata el inusual encuentro. “Yo hago esto para crear conciencia de que las mascotas se deben cuidar porque son parte de nuestro núcleo familiar. Yo siempre decía que si se me moría lo iba a tratar como a un hijo… mi idea era disecarlo pero como murió domingo no pude hacer los contactos. Así que decidí velarlo aquí”, contó Eusebio al diario puertorriqueño Primera Hora, que rescató esta historia.
Carrasco no tuvo problemas para conseguir un velatorio para su perro, pues es dueño de una funeraria. (Primera Hora/GDA) |
“Cuiden a sus animales… se han llevado un pedazo de mi alma”, dijo el amo en la ceremonia del entierro. Luego se le cortó la voz y se puso a llorar, mientras los asistentes arrojaban flores al nicho de Brownie.
“Fuiste mi consolador en todos los momentos difíciles. En momentos de llanto secaste mis lágrimas. Jugabas conmigo y me acariciabas con tus patitas. Por eso eres, fuiste y siempre serás especial para mí...”, dice el mensaje impreso en las tarjetas recordatorias del funeral. El mismo texto será grabado en la lápida de Brownie.
Decenas de personas, entre amigos de Eusebio y curiosos, asistieron al funeral de Brownie. (Primera Hora/GDA) |
Brownie, además, fue velado sin antes haber sido embalsamado, lo que representaba un potencial riesgo sanitario.
El presidente de la Cámara de Dueños de Funerarias de Puerto Rico también criticó la decisión de su colega de Ceiba, y la calificó como una falta de respeto a los empresarios del ramo. “No estoy en contra de lo que se hizo, si el animalito se prepara tiene derecho también, pero considero que la forma en que lo hizo esta persona no estuvo bien”, expresó, consultado por Primera Hora.
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