jueves, 5 de abril de 2012

Viajar con un gato

Artículo de Rebeca Navas, enviado por facilísimo.com

Con motivo de la Semana Santa, mucha gente se desplaza a otros lugares para visitar a familiares, disfrutar del tiempo libre o simplemente conocer nuevos lugares, y no quieren prescindir de la compañía de su gato. Pero, ¿sabíais que a nuestros amigos felinos no les gusta viajar? Por supuesto hay excepciones, sobre todo en gatos que viajan con frecuencia y desde pequeños.

Mientras que los perros disfrutan explorando y paseando por lugares nuevos, los gatos no. Al contrario que los primeros, suelen estar muy ligados a su territorio y estos viajes pueden afectarles psicológicamente. Nala sólo me ha acompañado en unas vacaciones, era muy pequeña, no se adaptó a la nueva casa, y lo pasó tan mal que decidí que no debería pasar otra vez por ello. Desde entonces organizo mis vacaciones teniendo en cuenta que alguien pueda pasar por casa a cuidar de ella, darle comida, cambiarle el agua y hacerle un poco de compañía de vez en cuando y, por supuesto, no las alargo mucho.


Pero entiendo que esto no siempre es posible y que a veces no hay más remedio que llevarlos con nosotros. En ese caso, lo más importante es utilizar un trasportín donde nuestro gato se sienta cómodo y seguro. El resto dependerá del medio de transporte:

- En coche: lo más importante es vigilar la temperatura y la ventilación. Además, deberán ir bien sujetos y seguros, por si no fuera posible evitar un frenazo brusco, y nunca deben salir del transportín.

- En tren: es importante que el transportín tenga base sólida para evitar ensuciar el vagón en caso de que el gato no pueda evitar orinar. Además, es aconsejable colocar material absorbente y papel dentro.


- En avión: es importante informarse sobre este tema en las distintas compañías aéreas a las que se pueda optar, ya que no todas permiten viajar con animales y de permitirlo, cada una tiene normas diferentes. La mayoría de gatos no tiene problemas para volar, pero no es aconsejable que lo hagan gatas gestantes o gatitos menores de tres meses. Además, será conveniente evitar vuelos con escalas que pudieran incomodarle.

Al llegar al destino no hay que olvidar ser comprensivos con nuestro gato y tener un poco de paciencia hasta que se encuentre ubicado en su nuevo hogar. Debemos hablarles tranquilamente, mostrarles nuestro amor, ofrecerles agua y comida y asegurarles un lugar seguro y cómodo donde descansar.

¿Alguna vez habéis viajado con vuestro gato o preferís dejarlo en casa o en una residencia? ¡Ah! Se me olvidaba… si vais a viajar en los próximos días… ¡espero que lo paséis bien sin olvidaros de cuidar de vuestros gatos!

votar

No hay comentarios:

Publicar un comentario