50 perros abandonados desfilan en busca de un hogar

El Bioparc Valencia es el escenario de la iniciativa de Asociación Adopta.

Tomado de El País.com

Desfile de perros en el Bioparc de la pasada edición.

Un total de 50 de perros abandonados buscarán un nuevo hogar este domingo gracias al desfile que ha organizado la Asociación Adopta Un Perro Abandonado (AUPA) en Bioparc Valencia, según ha indicado el centro zoológico en un comunicado.

Este segundo desfile tendrá lugar a las 12.00 horas. El evento solidario pretende potenciar la adopción de perros y llamar la atención sobre esta problemática social a través de las historias de sus protagonistas. El locutor Ximo Rovira presentará este evento solidario en el que todas las personas interesadas podrán ver de cerca y conocer las características e historias de todos estos perros que necesitan urgentemente un hogar.

AUPA es una entidad sin ánimo de lucro que recoge y ofrece todos los tratamientos y cuidados a perros abandonados con el fin de gestionar sus adopciones. El domingo en Bioparc se habilitará un punto de información donde se podrán consultar las fichas de más de 100 perros, así como conocer los trámites y requisitos para formalizar una adopción. Además se podrá colaborar económicamente con esta asociación adquiriendo bonitos productos de diseño exclusivo.

Por su parte, Bioparc Valencia es una institución zoológica comprometida con la sociedad y la calidad de vida de los animales. Este domingo se moviliza para promover la responsabilidad y el compromiso con los perros y educar a las personas en la relación con la naturaleza y los animales.

50 historias

Detrás de cada uno de los canes que desfilarán por esta pasarela solidaria "hay una historia como la de Thor que tiene poco más de un año y, desgraciadamente, y fue abandonado en Valencia un día de tormenta, atado a un árbol bajo la lluvia. Ahora es un perro obediente, educado, inteligente, cariñoso y, sobre todo, muy respetuoso", añade el comunicado.

Pachita es una pequeña podenca de poco más de un año y pesa aproximadamente 8 kilogramos. Llegó a la perrera muerta de miedo y con la pata delantera izquierda rota. Fue operada enseguida y se descubrió que, además, tenía una infección en los huesos. Tras un periodo de rehabilitación volverán a operarla para quitarle los implantes y continuar con su recuperación. Es muy buena, sociable y cariñosa con otros perros, pero sigue siendo asustadiza y un poco desconfiada con las personas.

Max es un macho mestizo de Setter blanco de aproximadamente cinco años. Ha estado 6 meses en un curso para convertirse en perro detector de sustancias estupefacientes pero, después de mucho esfuerzo y trabajo, no logró superar la última prueba. Tranquilo pero juguetón; le encanta jugar con las pelotas. Es cariñoso, muy educado y sociable, tanto con perros como con personas.

Mario fue abandonado con tan solo un mes de vida y sin apenas saber comer por sí mismo. Gracias a su fuerza y su tesón ha sobrevivido en una perrera. Mario no sabe lo que es un hogar.