Tomado de Russia Today
Las aves eran guiadas por Hong Minghsu, propietario de una granja de 10.000 patos, y con una vara los mantenía lejos del peligro, mientras centenares de personas observaban el recorrido y detenían sus coches y motos.
Minghsu asegura que el agua de los estanques naturales mejora el sabor de los huevos y la carne de las aves. Por ello realiza esta actividad dos veces al año. "Estoy acostumbrado a llevarlos. Son muy hábiles así que no van a morir", afirmó.
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