“Balto”: el perro al que un disparo dio la salida en la carrera de su vida.

El Refugio celebra sus "siete años con Balto", toda una lección de vida y superación Balto, el perro al que una bala convirtió en un atleta de dos patas. “Balto”, el Príncipe de El Refugio al que la suerte perdonó la vida.

Enviado por El Refugio.org

Ante la pregunta de cuál es el perro más querido de El Refugio, su Presidente nos dijo: “es muy difícil responder porque los queremos mucho a todos, pero si tuviera que haber uno, seguramente ese sería “Balto”. Balto fue rescatado por El Refugio en abril de 2005 en Los Ángeles de San Rafael.

Tenía un disparo de bala alojado en la zona lumbar. Tras varias operaciones no fue posible lograr que Balto conservara la sensibilidad en sus patas traseras, quedándole prácticamente inútiles.

Pero en el fondo tuvo mucha suerte porque de haber ido a parar a otro sitio, no hubiera tenido ninguna posibilidad porque lo habrían considerado una carga.

En multitud de protectoras sacrifican cachorros recién nacidos, perros sanos, cojos o con alguna enfermedad crónica como la Leishmaniosis, que tiene tratamiento. Nacho Paunero sostiene que esto, más que proteger, es matar.

En El Refugio defienden el “sacrificio cero”, una filosofía que considera la vida como un bien absoluto y la protege hasta sus últimas consecuencias mientras existan posibilidades razonables. “Cada vida es un tesoro demasiado preciado como para que haya personas trabajando en Protectoras animales que se erijan en jueces que deciden fría e indiscriminadamente quién debe vivir y quién no”.

En el caso de “Balto”, no tuvimos ninguna duda de que pudiera ser un perro feliz, y si para conseguirlo había que adaptarle un carrito especial, pues adelante”.

Es nuestra forma de sentir y de actuar; si nos consideramos Protectora de animales, nuestro objetivo siempre será protegerlos por encima de todo y disfrutar con ellos de todo lo que nos dan, que es muchísimo. Manifestó Nacho Paunero, presidente de El Refugio.

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