Lilly, una perra de raza golden retriever, estaba descansando en las escaleras de su casa situada en Northampton (Massachusetts) la noche del pasado miércoles cuando de repente una osa la atacó.
La perra de 9 años de edad actualmente se encuentra en buen estado de salud y sin duda le debe la vida a su familiar, Karen Curran, quien persiguió a la osa armada con una espada de juguete hecha de madera, antes de que Lilly fuera herida de gravedad. “Esa osa hubiera matado a mi perra si no llego a estar ahí”, comentaba Curran.
El marido de Karen explicaba que el incidente ocurrió el miércoles por la noche cuando Lilly descubrió a un pequeño animal, que resultó ser un cachorro de oso. Cuando Lilly persiguió al animal, su madre salió de repente y agarró el cuello de la perra.
Karen Curran logró asustar a la osa, mientras el hijo de Karen trató de detener la hemorragia.
Rápidamente llevaron a la perra al veterinario. Si la osa hubiera mordido sólo medio centímetro más profundo el cuello de Lilly posiblemente la perra no hubiera sobrevivido, según explicó un veterinario que atendió a Lilly.
Actualmente Lilly se está recuperando de sus heridas y se encuentra entre los perros afortunados que han sobrevivido al ataque de un oso en los últimos años.
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