Amy Jung, ciudadana estado- unidense, sufrió una convulsión producto de la diabetes que la pudo llevar a la muerte. Pero por suerte, su gato estaba presente para salvarla la vida. Según la protagonista, cuando su gatito Pudding la vio sufriendo, saltó sobre ella para hacerla reaccionar mordiéndola la nariz.
Por si esto fuera poco, el gato fue a despertar al hijo de la estadounidense que se encontraba durmiendo en esos momentos. Este se despertó y acudió al salvamento de su madre llamando a Emergencias.
La mujer asegura que si no fuera por su gato, ella hoy, no estaría aquí.
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