Los guardias no detuvieron pero sí comunicaron su imputación por un delito de maltrato animal a los tres ocupantes del vehículo, R.W.S.J., W.G.O. y S.R.O.A., de entre 31 y 34 años de edad y de nacionalidad ecuatoriana los dos primeros y española el tercero, según informó ayer la Comandancia de Alicante.
Los dos gallos tenían aún los espolones metálicos puestos e iban atados. Sus heridas delataban que no hacía mucho que se habían visto sometidos a una pelea.
En el maletero se encontraron otros indicios de que los sospechosos habían participado en este 'espectáculo' prohibido, como cuarenta cubrespolones de entrenamiento, 86 espolones metálicos, señuelos para adiestrar a las aves a fin de que se ataquen y una báscula digital. Los imputados llevaban además consigo 1.170 euros que podrían provenir de las apuestas.
Excepto en Andalucía y Canarias, y en estas regiones por razones históricas y culturales, las peleas de gallos son ilegales en España y su organización puede constituir un delito de maltrato animal.
Sin embargo, la práctica está extendida desde hace mucho tiempo en algunos sectores del colectivo gitano y es ampliamente seguida en países de Latinoamérica como México, Ecuador o Colombia.
En el caso detectado hace poco más de una semana, los dos gallos intervenidos por la Guardia Civil fueron entregados a la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Alicante, donde fueron atendidos de sus heridas, y el Seprona remitió el atestado a los juzgados.
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