Cervatillo tiroteado.

En la foto Tracey Stentiford, ella lo encontró y lo crió a biberón con la esperanza de cuando se pudiera valer por si mismo devolverlo a su medio. Tomada de www.dailymail.com
Artículo publicado hoy en el Diario de Avisos de Santa Cruz de Tenerife.


El más sonoro clamor de protesta reflejada en los periódicos del citado 15 de enero pasado fue originado por la muerte violenta de un cervatillo de dos años de edad, muy popular entre los habitantes del condado de Devon, que respondía al nombre de Bambi, bautizado así -obviamente- en recuerdo del protagonista de la famosa película de la factoría Disney. Según pudo leerse en dicha fecha, el animalito fue tiroteado y muerto por un policía cuando deambulaba sin rumbo por un parque, ante el temor de que pudiera invadir una autopista próxima y causar un accidente entre los numerosos vehículos que circulaban.

"Hubiera bastado un dardo anestésico para solucionar el problema", así se lamentaba Tracey Stentiford, la persona que lo encontró en su granja, aparentemente abandonado, y lo alimentó con biberón hasta que fue capaz de valerse por si mismo y susceptible de ser devuelto a su medio natural. Pero Bambi renunció a tal privilegio y prefirió permanecer en la granja de Tracey, situada en Sirwell (North Devon). La opinión de la señora Stentiford fue ampliamente compartida por la opinión pública británica, tan dada a valorar el sufrimiento de los animales y su bienestar. Frente a tales consideraciones están los argumentos aducidos por quienes decidieron el sacrificio de Bambi. Un miembro de una protectora de aquel condado fue alertado de la presencia errática del joven ciervo. Aquél desvió al aviso a la policía y a un veterinario que intentaron, durante cinco horas, capturar al animal, sin éxito. Y pensando que un dardo lo espantaría y tendría tiempo de entrar en la autopista, optaron por los disparos. La protesta de la gente estuvo en este caso atronada por el recuerdo de un suceso parecido fechado a finales de diciembre del año pasado cuando un novillo fugado de un matadero de Birmingham también fue tiroteado por la policía hasta que murió. "La gente no llega a comprender el alcance impredecible de un animal suelto e incontrolado, aunque haya sido sedado con un dardo tranquilizante". Fueron las manifestaciones de un portavoz de la policía de West Midlands, al salir al paso de las críticas recibidas por la muerte tan atípica de una res destinada a alimento de los humanos. Pero, a fin de cuentas, váyase a saber si la muerte por disparos no resultara más piadosa que la que suelen recibir cerdos, vacas u ovejas en establecimientos tan desacreditados como muchos mataderos.